Resumen
Consciente del estilo frenético de Milano, el Barcelona salió en el Medionalum Forum con el objetivo de controlar el tempo del encuentro. Sin convertir el choque en un correcalles los de Sito Alonso llevaron la iniciativa en el primer cuarto. Vezenkov, titular, aportó tras pelear los rebotes en ataque. Hanga imprimió velocidad y Heurtel recuperó el acierto que no tuvo ante Zalgiris. Los italianos apostaban por el triple como principal arma. La baja de Goudelock obligó a M’Baye y Bertans a dar un paso adelante. Y lo hicieron. Moerman, con un triple sobre la bocina, puso el 17-22 al término del primer cuarto.
El control del partido no se decantaba por ni uno de los dos equipos. Los azulgranas salieron serios en el segundo cuarto, con un ritmo de juego lento y calmado. Esto permitía aprovechar espacios, confiar en los tiradores, y sumado a los buenos minutos de Juan Carlos Navarro (11 puntos en el segundo cuarto), se distanciaran a más de 10 puntos.
Pero cualquier despite puede ser sinonimo de remontada, y en un equipo tan ofensivo puede costar caro. La distancia se redujo en poco tiempo implantando el juego rápido que caracteriza a los italianos y con Mantas Kalnietis repartiendo juego y anotando a sus anchas. El fantasma del martes apareció, los azulgranas se colapsaron en ataque y dejaron que los italianos empataran el partido al descanso (39-39). Los papeles cambiaran de repente.
En la segunda parte, confiando que en el quinteto inicial que había puesto Sito Alonso, el ritmo que Armani Milano de final del 2o cuarto continuaba y permitía continuar con la igualdad. Seraphin hacia la 4a falta personal y ponía en problemas el juego interior culer. Pero con paciencia y calma, el Barça seguía por delante en un cuarto donde los ataques no estaban finos y volvia al correcalles del primer cuarto.
Las distancias cortas continuaban vigentes, Heurtel dominaba la dirección y Tomic controlaba el interior, pero no se marchaban. Dos pérdidas consecutivas hacian que el Milano se pusiera minimamente por la delante (54-53) antes de los últimos 10 minutos.
En la batalla de los últimos 10 minutos, los azulgranas pusieron una marcha más en ambos lados de la pista para no tener apuros. Phil Pressey, señalado en los últimos partidos, repartió mucho el juego y encontraba a un Tomic inspirado y un Koponen que lo intentaba aunque no se encontraba cómodo. Armani Milano no se despegaba y luchaba hasta el final para ponerse por delante de nuevo.
Y en ese momento, el Barça se apagó, y eso que la defensa de Milan no era buena. Incomodos en ambos lados de la pista y con muchos problemas para parar la rapidez con la que atacaban los de Simone Piangiani. En esos minutos, era el americano Jordan Theodore la referencia milanesa, con versatilidad y descaro, ponía una diferencia de 5 puntos en el marcador. Los problemas en el juego interior culer continuaban con la expulsión de Seraphin y Theodore seguia a lo suyo. Cuando todo parecia perdido, Moerman y Ribas con dos triples apretaban el partido de nuevo ante una pasiva defensa, pero insuficiente después de fallar la canasta final.